El día de hoy, el Giro de Italia vivió una jornada extremadamente complicada marcada por el mal clima y los constantes cambios en el recorrido. Desde el amanecer, el cielo mostraba su ferocidad, dejando en evidencia lo que vendría a lo largo del día.
Las conversaciones entre los ciclistas durante el desayuno fueron variadas y llenas de incertidumbre. Ellos eran conscientes de que cualquier plan trazado previamente podía cambiar drásticamente. Y eso fue exactamente lo que sucedió.
En cuestión de pocas horas, se contemplaron todas las posibilidades: neutralización de la etapa, cancelación o cambios en el trazado. Finalmente, tras múltiples deliberaciones y con los corredores esperando pacientemente bajo la lluvia en Livigno, la ciudad que había pagado una suma considerable para acoger la salida de la 16ª etapa, se optó por la tercera opción: comenzar definitivamente desde Lasa y acortar la etapa a 120 kilómetros.
Daniel Felipe Martínez, segundo en el Giro de Italia: etapa tormentosa y llena de sorpresas
Sin embargo, surgió el problema de cómo llegar desde Livigno hasta Lasa: ¿en coche o en bicicleta? También se barajó la opción de recorrer algunos kilómetros en Livigno para luego abordar los autos y cruzar el túnel que pasa por Suiza. Finalmente, se decidió partir en automóvil hasta Lasa, donde la jornada comenzó pasadas las 14:30 horas.
Los corredores tuvieron que cambiarse y prepararse para la etapa bajo una gasolinera, mientras disfrutaban de una rápida comida. Los directores del equipo les advirtieron del peligro oculto en estas etapas: cuidado, podía haber sorpresas.
La etapa, marcada por el frío y la lluvia persistente, presentaba desafíos considerables para los valientes ciclistas. Tendrían que ascender el Passo de Pinei, con una inclinación del 4,7% a lo largo de 23,3 kilómetros, y el monte Panna, con 7,6 kilómetros al 6,1% y los dos últimos kilómetros con una pendiente del 12%.
Rápidamente, Alaphilippe, Piccolo, Ballerini y Maestri se convirtieron en los primeros fugitivos. A medida que avanzaban, acumulaban segundos de ventaja, con el equipo Movistar atento y liderando el pelotón.
El ritmo se aceleró mientras se acercaban al Passo Pinei. Los ciclistas comenzaron a quitarse las capas de abrigo que llevaron para protegerse al inicio. Alaphilippe aceleró en las primeras pendientes para tomar la delantera. Justo cuando todos esperaban un ataque del equipo Movistar, con Nairo en un gran momento, Valentin Paret-Peintre sorprendió con un movimiento que motivó a Pelayo a atacar desde lejos.
integrantes del equipo Movistar se presentaban con varias cartas para jugar en el ascenso: Nairo y Rubio, comprometidos en la acción
Faltaban 20 kilómetros para llegar a la meta, y los integrantes del equipo Movistar se presentaban con varias cartas para jugar en el ascenso final, donde los últimos dos kilómetros marcarían la diferencia.
A pesar de encontrarse en la montaña, el equipo Movistar seguía en comunicación. La tarde parecía tranquila, pero las dificultades se adentraron en el equipo. Primero, Nairo se quedó rezagado en las rampas del Passo Pinei. Luego, Pelayo, quien seguía adelante, tuvo un problema con su bicicleta.
El equipo UAE, que llevaba el control durante toda la etapa, se presentaba con una oportunidad inmejorable para obtener una victoria, pues la ventaja de Lolou se reducía cada vez más, aunque aún coronó el Passo Pinei con 40 segundos de ventaja.
El último puerto inició con el equipo UAE sin perder opciones, por lo que el final parecía que sería suyo. Es inevitable pensar que, estando en disposición, Tadej aprovecharía la oportunidad, pues como él mismo afirmó: "Las carreras son para ganarlas". Con un ataque letal a falta de 1,3 kilómetros, el ciclista esloveno se adjudicó una nueva victoria. No dejó nada para nadie. El último en soñar con el triunfo fue Pellizari, pero fue el ciclista del UAE quien se llevó la quinta victoria en este Giro que lleva su nombre.
