Julian Alaphilippe se quedó con el recorrido de la etapa 12 del Giro de Italia, sin mayor complicación en los kilómetros finales. Pese a los intentos de Narváez y Hermans, no hubo posibilidad de alcanzaron en el tramo decisivo.
La fuga no tuvo mucho protagonismo en los primeros kilómetros del recorrido, pues apenas fueron tres ciclistas los que intentaron este escape. En cabeza de Enzo Paleni, Matteo Trentin y Roel Van Sintmaartensdijk, apenas sacaron 15 segundos de diferencia.
Pese a los ataques, la fuga apenas duró hasta los 156 kilómetros de la meta. Faltando 146 kilómetros, los protagonistas fueron Edoardo Affini, Simon Clarke, Mirco Maestri y Michael Hepburn, con una diferencia de 30 segundos.
Otro de los ciclistas que dio el salto, a 135 kilómetros de la meta, fue Jhonatan Narváez, quien se sumó a la cabeza de carrera junto a Julian Alaphilippe.
Ataques y el pelotón buscó capturar los intentos de fuga
A 127 kilómetros de la meta, Pelayo Sánchez se sumó a ese grupo de escapados, y más adelante, hicieron lo propio Juanpe López y Rubén Fernández. A 120 kilómetros de la meta, se fracturó todo y Alaphilippe, junto a Mirco Maestri, se alcanzó una ventaja de 20 segundos respecto al lote de Narváez.
Nairo Quintana apareció sobre los 110 kilómetros, como parte de ese grupo perseguidor a Alaphilippe.
A 80 kilómetros de la meta, Alaphilippe y Maestri fueron perseguidos por un lote de 7 ciclistas, quienes aceleraron el paso. A 75 kilómetros, la carrera se fragmentó en 4 grupos.
Intensidad en los kilómetros finales de la etapa 12
Fueron varios los ataques que se dieron en el tramo final de la etapa 12, pues Alaphilippe y Maestri se sostuvieron en lo más alto, mientras que el pelotón iba cazando, de a poco, a los ciclistas que protagonizaron la fuga.
El ciclista del Soudal quedó solo a 9 kilómetros de la meta, dejando atrás a Maestri y sacándole un total de 42 segundos a Narváez y Hermans. El francés dominó el resto de la competición, manteniendo esa ventaja, para cruzar sin mayor problema la meta.