En una emocionante jornada de montaña, el ciclista esloveno Tadej Pogacar logró su segundo triunfo consecutivo en la Vuelta a Cataluña. La tercera etapa, que tuvo un recorrido de 176 kilómetros entre Sant Joan de les Abadesses y Port Ainé, fue nuevamente desafiante para los corredores.
Pogacar, quien se había consagrado como líder de la clasificación general tras su victoria en la etapa anterior, demostró nuevamente su dominio en las alturas. En un duro ascenso en el puerto fuera de categoría de Port Ainé, el esloveno se destacó y logró subir en solitario.
Pogacar una victoria con gran diferencia ante sus rivales
Mikel Landa y Alexander Vlasov fueron los más cercanos perseguidores de Pogacar en la clasificación general, pero no pudieron alcanzarlo en esta etapa. A falta de siete kilómetros, Pogacar y Landa se desprendieron del grupo en busca de la victoria, pero al final fue el esloveno quien prevaleció.
Harold Tejada, corredor colombiano, también tuvo una destacada actuación en esta etapa. Logró quedarse con los premios en los puertos de Port de Toses y Port de Cantó, ganando varias posiciones en la clasificación de la montaña y quedando en el podio.
Por su parte, Egan Bernal fue el mejor colombiano en la etapa, finalizando en el puesto 15 y manteniéndose dentro de los diez primeros de la clasificación general.
Clasificación general tras la tercera etapa en la Vuelta a Cataluña
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Así es Sort: lugar de la próxima etapa de la Vuelta A Cataluña
El municipio de Sort, enclavado en la pintoresca comarca del Pallars Sobirà, se erige majestuoso a lo largo de las riberas del río Sort, abarcando en su extensión la mayor parte del Valle de Assua. Sus fronteras se entrelazan con la naturaleza y la historia, limitando al Norte con Espot, al Este con Rialp, al Oeste con Gerri de la Sal y la Torre de Cabdella, y al Sur-Sur-Oeste con Soriguera.
El corazón de Sort late entre sus estrechas callejuelas y las antiguas casas que custodian sus secretos. Vestigios de una época pasada se alzan en silencio, como la antigua muralla que una vez protegió la ciudad. En el núcleo ancestral, emerge imponente el Castillo de Sort, testigo de los siglos y antigua morada de los Condes de Pallars, cuya construcción se remonta al siglo XI.
Sort, a lo largo de su historia, ha sido moldeado por el devenir del tiempo y las necesidades cambiantes de sus habitantes. Una de sus transformaciones más destacadas fue la desviación del cauce del río, dando origen al barrio nuevo, un crisol donde se fusiona lo antiguo con lo moderno, y donde la vida sigue su curso entre las aguas y las piedras que guardan sus memorias.