La historia de Natalia Carolina Linares González es una narrativa de perseverancia y talento. Nacida el 3 de enero de 2003 en Valledupar, Colombia, esta joven atleta ha trazado un camino excepcional en el mundo del atletismo, especializándose en el salto largo. Su pasión y dedicación la han llevado a ser una de las figuras más destacadas de Colombia en el deporte, y su participación en los próximos Juegos Olímpicos de París 2024 está cargada de expectativas y esperanzas para su nación.
Natalia Linares comenzó su andadura en el mundo deportivo con la natación, pero una inesperada dermatitis la obligó a replantear su futuro. A los 11 años, Linares hizo su debut en una pista de atletismo en un campeonato regional, donde su talento natural para el salto y la velocidad se hizo evidente al ganar tres medallas de plata en diferentes disciplinas. Este fue el punto de inflexión que redirigió su carrera hacia el atletismo.
Con entrenamientos improvisados en colchonetas y la guía de su profesor Fabián Martínez, Natalia comenzó a perfeccionar su técnica en el salto largo. A los 13 años, en los Juegos Sudamericanos Escolares Medellín 2016, no solo ganó oro en los 150 metros y en los relevos, sino que también estableció un récord nacional sub-16 en salto de longitud, marcando una impresionante distancia de 5,74 metros.
La influencia de Ibargüen y otros referentes en el atletismo ha sido fundamental en su desarrollo como deportista
Sin embargo, no todo fue un camino fácil para Linares. Entre 2017 y 2019, enfrentó un período de estancamiento, incapaz de superar los 5,30 metros en salto largo. Esta situación llevó a un acuerdo con su madre, Yanelis González: si no ganaba oro en el Campeonato Nacional Sub-20, Linares dejaría el deporte para enfocarse en sus estudios. Con la presión al máximo, Natalia se alzó con la victoria en el último salto, manteniendo viva su carrera deportiva.
La oportunidad de entrenar con Caterine Ibargüen, doble medallista olímpica y campeona del triple salto en Río 2016, fue una experiencia formativa para Linares. La influencia de Ibargüen y otros referentes en el atletismo ha sido fundamental en su desarrollo como deportista.
El compromiso de Natalia con su deporte y su país se fortaleció tras el acuerdo con su madre. La determinación de Linares se hizo patente en cada competencia, donde su lema "La que quiere ser bella tiene que ver estrellas" reflejaba su disposición a trabajar duro para alcanzar sus metas.
Los resultados de su esfuerzo no tardaron en llegar. En 2022, Linares se consagró como subcampeona mundial sub-20 y obtuvo la medalla de plata en los Juegos Sudamericanos de Asunción. Pero su logro más significativo fue el oro en los Juegos Panamericanos Santiago 2023, consolidando su estatus como una de las atletas más prometedoras de Colombia.
Linares se prepara intensamente para enfrentar el mayor desafío de su carrera en los Olimpicos
Con la mira en París 2024, Linares se prepara intensamente para enfrentar el mayor desafío de su carrera. Su debut olímpico está marcado por la ilusión y la responsabilidad de representar a su país en el escenario más prestigioso del atletismo mundial.
Las expectativas en torno a Natalia Linares son altas. Su trayectoria sugiere que está lista para competir con los mejores y, quizás, escribir su nombre en la historia del atletismo colombiano con una actuación memorable en los Juegos Olímpicos. Desde las 4:15 a. m. de este martes 6 de agosto. la colombiana dejará todo en la pista.
La historia de Natalia Linares es un testimonio del espíritu deportivo y la determinación. Su legado inspirará a futuras generaciones de atletas colombianos y su participación en París 2024 será un hito en la consolidación de Colombia como potencia en el atletismo mundial.