El argentino Boca Juniors y el brasileño Palmeiras igualaron 0-0 en un intenso partido de ida por las semifinales de la Copa Libertadores, jugado la noche del jueves en el estadio La Bombonera, ante unos 48.000 espectadores.
En un cotejo con buena dinámica más allá del cero, el Xeneize fue el que tuvo el protagonismo y el que generó las situaciones más claras para quedarse con la victoria, pero estuvo errático en la definición y Palmeiras consiguió rescatar un empate que le puede servir de cara a la revancha en su casa.
El desquite se jugará el jueves próximo en el Allianz Parque de Sao Paulo, y el ganador se medirá en la finalísima contra el vencedor de la llave brasileña entre Fluminense e Inter de Porto Alegre, que igualaron 2-2 en la ida.
Casi casi Cavani
Boca intentó hacer pesar la localía en una Bombonera a todo vapor con un arranque en firme, con mucha gente en ataque, y con la habilidad del juvenil Valentín Barco para tratar de destrabar el duelo frente a un Palmeiras que se asentó con el oficio de un equipo copero, acostumbrado a las grandes citas como visitante.
Hubo un par de situaciones en el comienzo por lado, primero para la visita en un zurdazo de Artur que entró por sorpresa y remató al primer palo apenas desviado, y respondió el local con un centro de Barco, en el que Cavani anticipó en el primer palo, pero el cabezazo del artillero charrúa no encontró la portería.
Boca trató de imponerle dinámica al juego, pero como era de prever, le costaba encontrar huecos en la estructura de un adversario acostumbrado a manejar los tiempos del partido, y recién sobre la media hora llegó con riesgo, en un envío desde la izquierda de Barco hacia el medio, y el uruguayo Merentiel rozó la pelota, que salió a milímetros del vertical izquierdo.
Aun con sus limitaciones ofensiva, el Xeneize se mostró concentrado, en buena forma dentro de su presente de altibajos, y en el último tramo del primer tiempo acorraló en su terreno a un Palmeiras que se replegó de manera obligada.
Definió muy mal Exequiel Fernández cuando entró solo por la derecha, luego Barco remató muy alto cuando estaba en gran posición para anotar, y ya en tiempo de descuento, Advíncula mandó un centro perfecto para Cavani, aunque el frentazo del ariete charrúa salió cerca del poste, en las chances que el equipo argentino generó en cinco minutos.
- El atrevido Barco -
Mantuvo el dominio Boca en la segunda mitad, decidido en su actitud, paciente para tratar de encontrar los caminos, pero careció de eficacia, con Cavani torcido para encontrar la valla rival, mientras que Palmeiras se sostuvo en su postura y generó un par de situaciones de contraataque, pero Veiga remató muy mal cuando ingresó en el área local.
Weverton intervino para tapar un cabezazo de Fabra dentro del área chica, y luego tapó como pudo un zurdazo de Barco, al que no llegó Cavani para empujar el balón ante el arco vacío, en una noche en la que el artillero charrúa estuvo activo, generó situaciones, pero como él mismo lo dijo apenas terminó el cotejo, "la pelota no quiso entrar".
Con la salida de Barco a los 70 minutos, Boca perdió un poco de vértigo en sus ataques, y aunque inclinó el juego sobre el terreno brasileño, terminó por repetirse en centros poco productivos, despejados casi siempre por Gustavo Gómez, impasable en su función de capitán y primer defensor.
El empate en cero castigó la falta de eficacia de Boca, que no por casualidad anotó muy pocos goles en las eliminatorias previas –apenas 2 frente al Nacional uruguayo en cuatro partidos-, y ahora deberá jugarse a todo o nada en suelo paulista.
Palmeiras se aferró a la versión de equipo más eficaz que brillante, hizo su negocio con un empate en una Bombonera volcánica, y tratará de conseguir en el Allianz Parque el pasaje a su tercera final en los últimos cuatro años, aunque deberá tomar precauciones frente a un Boca que, aún sin fuego ofensivo, cumplió el jueves una de sus mejores actuaciones en este año.