Faustino Asprilla es ídolo, amado, recordado con fervor y pasión entre los aficionados de Atlético Nacional. Hablar del ‘Oro negro Verdolaga’ es recordar su velocidad, esa que encantó no solo en el Atanasio Girardot en las canchas del país, sino a nivel continental, siendo uno de los delanteros más potentes en la historia del fútbol colombiano.
La trayectoria del ‘Tino’ le permitió en Nacional mostrar lo mejor de su talento, antes de dar el salto grande a la Selección Colombia y el Parma de Italia. Tan solo bastó un partido para que el cuadro verdolaga se fijara, en cabeza de Francisco Maturana y Hernán Darío Gómez, quienes estaban a cargo del club en 1989.
En Cúcuta deslumbró, debutando contra Millonarios. Fue en una visita del Cúcuta que el Atanasio Girardot en agosto de 1989 que Faustino Asprilla tuvo otra presentación de gala, donde se encargó de marcar el gol en el empate contra los verdolagas. El gol fue lo de menos, sus condiciones, gambeta y habilidad con la pelota fue lo que despertó el interés de los dos entrenadores de Nacional.
Periodistas y los entrenadores de la época quedaron sorprendidos porque ni en el escenario más complejo se ‘arrugó’ a mostrar ese potencial en el Atanasio Girardot. La historia de Faustino Asprilla podrá verla desde este domingo en ‘Tino’ Asprilla: no nací para perder.
Descrestó al ‘Bolillo’ y a Maturana
Hernán Darío Gómez pensó que era un ‘tronco’ e incluso el entorno del cuadro verde se burló por la forma en que corría. En 1989, Atlético Nacional se coronó campeón de la Copa Libertadores, encantando a todo el país con la nómina de los ‘puros criollos’.
Faustino Asprilla llegó al cuadro verde para integrar un combo de ensueño con René Higuita, Leonel Álvarez y Andrés Escobar. No lo pensó dos veces, era su sueño para descrestar en el entorno colombiano, sino la posibilidad de despegar al fútbol internacional.
Alexis García recordó su llegada al club, pues Faustino Asprilla llegó justamente para el festejo de la Copa Libertadores.
De amores y odios en Atlético Nacional
No todo fue color de rosa con Faustino Asprilla, pues su carácter también le presentó momentos complicados en ese instante, que ahora son anécdotas. Hernán Darío Gómez lo sacó dos veces de la concentración, desde dejar los guayos o no traer su maletín, siempre tuvo en cuenta el talento para dejar a un lado esos momentos que ahora son risas para los protagonistas.
Con Atlético Nacional salió campeón de Colombia en 1991, integrando un plantel de ensueño. No solo mejoró en lo futbolístico, sino también en lo económico. Gracias a esto se compró una moto, donde también generó molestia con ‘Bolillo’ quien lo regañaba para que se cuidara.
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