En un partido que prometía ser emocionante desde el comienzo, el clásico entre Independiente Medellín (DIM) y Atlético Nacional se vio empañado por actos de violencia por parte de los seguidores verdolagas en las tribunas del Polideportivo Sur, de Envigado.
A 12 minutos del final del partido los hinchas de Nacional protagonizaron una serie de hechos lamentables
Debido a la inhabilitación del Estadio Atanasio Girardot, el encuentro se disputó en este escenario, sin embargo, a 12 minutos del final del partido, los hinchas del equipo que oficiaba de local en el polideportivo Sur, protagonizaron una serie de hechos lamentables que obligaron al juez central a suspender el compromiso.
Los fanáticos del Atlético Nacional comenzaron a arrojar objetos a la cancha y a enfrentarse entre sí en las tribunas, generando una situación de violencia que puso en peligro la integridad de los jugadores presentes en el terreno de juego. El árbitro Jhon Hinestroza tomó la decisión de dar por terminado el partido, aunque aún quedaran 12 minutos de juego.
Este incidente trae a la memoria lo sucedido el sábado pasado en Palmaseca, cuando los aficionados del Deportivo Cali protagonizaron una situación similar
La mayor dificultad radicó en el hecho de que los jugadores no podían abandonar el campo debido a la lluvia de objetos provenientes de las tribunas. Fue necesario que la tribuna occidental del Polideportivo Sur fuera desalojada para que los equipos pudieran abandonar el terreno de juego y garantizar su seguridad.
Este incidente trae a la memoria lo sucedido el sábado pasado en Palmaseca, cuando los aficionados del Deportivo Cali protagonizaron una situación similar, lanzando objetos e incluso invadiendo el campo de juego para agredir a los árbitros del partido. En esa ocasión, el árbitro también se vio obligado a dar por terminado el encuentro antes de completarse los minutos reglamentarios.
Estos lamentables episodios de violencia en los estadios del fútbol colombiano son una clara muestra de la falta de civismo y respeto por parte de algunos seguidores. Las autoridades y los clubes deben tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad de los jugadores, árbitros y aficionados, y evitar que hechos como estos empañen el deporte nacional.
