Este escenario obligó a los equipos a buscar alternativas para sus partidos como locales, una situación que puso a prueba la logística y la planificación de las instituciones deportivas en la capital.
La ciudad de Bogotá, junto con Cali y Medellín, se convirtió en una de las sedes principales de la Copa del Mundo, lo que significó que los estadios de la capital, incluido el Pascual Guerrero y el Atanasio Girardot, no estarían disponibles para los encuentros locales de los equipos durante el torneo. Frente a este desafío, clubes como América, Nacional, Medellín, Santa Fe, Millonarios, Fortaleza y La Equidad tuvieron que actuar rápidamente para evitar aplazamientos que complicarían aún más el calendario futbolístico.
Independiente Santa Fe se vio en la necesidad de posponer sus partidos contra Medellín y Pereira
Independiente Santa Fe se vio en la necesidad de posponer sus partidos contra Medellín y Pereira, correspondientes a las fechas 5 y 7 del torneo, debido a la falta de una sede alternativa. El presidente del club, Eduardo Méndez, en una entrevista con Los Dueños del Balón de Antena 2, reveló el plan adoptado por la institución frente a esta situación.
Santa Fe había propuesto a la DIMAYOR, antes del inicio del torneo, que se adelantara el comienzo de la temporada y se extendiera unas semanas después de lo previsto para acomodar los partidos afectados. Sin embargo, esta solicitud no fue aceptada, lo que llevó a Santa Fe a decidir jugar en el Campín cuando fuera autorizado, sin buscar una sede alterna.
La decisión del club fue firme desde el momento en que se anunció el Mundial, buscando alternativas con el ente regulador del fútbol colombiano. A pesar de no encontrar una solución favorable, Santa Fe logró con esfuerzo habilitar El Campín para la final femenina, un logro significativo considerando las circunstancias.
El cuerpo técnico de Santa Fe, liderado por Pablo Peirano, fue consultado en todo momento para planificar la preparación del equipo para la Liga. La intensidad del calendario obligaría al equipo a ajustar partidos en menos de una semana, disputando aproximadamente cinco juegos adicionales.
Mientras tanto, otros equipos como América y Millonarios encontraron soluciones temporales, trasladando sus partidos al Estadio Bello Horizonte de Villavicencio. Medellín, por su parte, jugaría la Copa Sudamericana en Pereira, y La Equidad junto con Fortaleza se acomodarían en el Olaya Herrera hasta que el Metropolitano de Techo estuviera nuevamente disponible.
Para el club, la medida de Santa Fe de no jugar en una sede alterna durante el Mundial Sub-20 fue una decisión radical pero necesaria
La medida de Independiente Santa Fe de no jugar en una sede alterna durante el Mundial Sub-20 fue una decisión radical pero necesaria dadas las circunstancias. La habilitación de El Campín para la final femenina fue un esfuerzo destacable que refleja la importancia del evento y la disposición del club para adaptarse a la situación.
Las reacciones a la decisión de Santa Fe han sido diversas, con algunos apoyando la postura del club y otros cuestionando las implicaciones para el calendario de partidos. Las declaraciones del presidente de Santa Fe resaltaron la coherencia de la decisión con la visión del club y la importancia de mantener la calidad de la Liga.
La decisión de Independiente Santa Fe de no buscar una sede alternativa y esperar la reanudación de los partidos en El Campín tiene implicaciones significativas para el futuro inmediato del equipo. Aunque la medida puede causar inconvenientes en el corto plazo, destaca la importancia de la planificación y la adaptabilidad en el fútbol profesional.
