Tras el hecho ocurrido en La Guajira,afortunadamente, la Policía y el Gaula lograron la liberación de la madre del jugador, y continúan trabajando para asegurar la pronta recuperación del padre. El caso de los padres de Díaz no es el único secuestro relacionado con el deporte en Colombia.
Los casos de secuestro a deportistas o sus familiares en Colombia
Uno de los casos más recientes fue el secuestro del ciclista Miguel Ángel 'Supermán' López. Tres hombres lo abordaron en su finca de Pesca, Boyacá, el pasado 22 de septiembre y lo mantuvieron retenido por tres horas. Durante ese tiempo, los secuestradores le robaron una camioneta Ford, su teléfono celular y 800 mil pesos en efectivo antes de liberarlo. López acudió a presentar la denuncia del incidente en Sogamoso.
La Policía de Boyacá hace referencia al 'secuestro' que sufrió el ciclista Miguel Ángel 'Supermán' López. pic.twitter.com/mOczXEJtmw
— BoyacaLEinforma (@BoyacaLEinforma) September 22, 2023
Lucho Herrera, secuestrado en la oscura época de los 2000
En la primera década de este siglo, otros dos ídolos del ciclismo colombiano también fueron víctimas de secuestro. Luis Herrera, campeón de la Vuelta a España en 1987, fue retenido por un supuesto grupo guerrillero en marzo de 2000, siendo liberado 24 horas después. Por su parte, el ciclista Oliverio Rincón, campeón de la Vuelta a Colombia en 1989, fue secuestrado en dos ocasiones con dos meses de diferencia en enero y marzo de 2000.
La mancha del secuestro regresó al fútbol
Además, un secuestro ocurrido en junio de 2001 puso en riesgo la realización de la Copa América en Colombia y afectó gravemente a los países participantes. El vicepresidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Hernán Mejía Campuzano, fue secuestrado en Pereira por las FARC y liberado tres días después. Esta situación llevó a la Asociación del Fútbol Argentino a tomar la decisión de no participar en el torneo, argumentando falta de garantías de seguridad en Colombia. Incluso la realización de la Copa estuvo en riesgo.
En noviembre de 1988, el árbitro Armando Pérez fue secuestrado por un grupo que afirmaba representar a seis clubes del fútbol profesional colombiano, presuntamente relacionado con el Cartel de Medellín. El juez fue liberado 20 horas después con la amenaza "Al árbitro que pite mal, lo borramos". Asimismo, este hecho fue parte de una cadena de eventos que culminó con el asesinato del árbitro Álvaro Ortega el 15 de noviembre de 1989 y la cancelación del campeonato profesional de ese año, ocho días después.