El gimnasta filipino Carlos Yulo, de 24 años, ha logrado un hito histórico al ganar dos medallas de oro en los Juegos Olímpicos de París en las modalidades de suelo y salto de potro.
Su espectacular actuación ha desatado una verdadera "Yulomanía" en Filipinas, donde el país entero se ha volcado en adoración hacia este talentoso deportista.
Carlos Yulo dejó su nombre en la historia del deporte de Filipinas
La hazaña de Carlos Yulo ha dejado a todo un país emocionado y orgulloso. Filippinas, que participa en los Juegos Olímpicos desde hace un siglo, nunca había presenciado a un atleta ganando dos medallas de oro consecutivas ni el máximo galardón olímpico en gimnasia. Yulo ha roto todos los pronósticos al conseguir este doble triunfo y ha dejado una huella imborrable en la historia deportiva de su nación.
El joven atleta, apodado Caloy, se mostró humilde y sorprendido ante su logro inesperado: "Sólo esperaba tener un buen desempeño. Realmente no esperaba una medalla". Su dedicación y talento le valieron una calificación promedio de 15,116 en salto y la admiración de todo el mundo gimnástico.
No solo ha conquistado los corazones de los filipinos, sino también se ha convertido en una sensación en las redes sociales de su país. Los mensajes de felicitación y admiración han inundado las plataformas digitales, destacando el orgullo y la alegría que Carlos Yulo ha generado en cada rincón de Filipinas.
Los premios que le darán a Carlos Yulo: casa, dinero y colonoscopias gratis de por vida
La noticia de su triunfo ha llegado hasta los oídos de personalidades destacadas, como el presidente Ferdinand Marcos Jr y la primera dama Liza Araneta-Marcos, quienes expresaron su enorme satisfacción y admiración hacia el gimnasta. Incluso el gobierno filipino ha decidido premiar a Carlos Yulo con 10 millones de pesos filipinos (alrededor de US$173.300 dólares) como reconocimiento a su excelencia deportiva.
Pero los premios no se detienen allí. Una reconocida empresa de bienes raíces le ha ofrecido al atleta una casa de tres dormitorios completamente amueblada en McKinley Hill, valuado en más de US$400.000. Además, la Cámara de Representantes filipina le otorgará otros seis millones de pesos (US$103.000) en efectivo.
Clínicas médicas y universidades han recibido al héroe nacional con los brazos abiertos. Un gastroenterólogo le ofreció consultas y colonoscopias gratuitas de por vida, mientras que la Universidad de Mindanao le ha prometido créditos universitarios.