El reconocido actor Jason Statham, conocido por su destacada carrera en el cine de acción, guarda una espinita clavada en su trayectoria.
Antes de su incursión en el mundo de la actuación, Statham fue atleta y estuvo muy cerca de participar en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
Así fue el camino de Jason Statham en la natación
El camino de Statham como deportista comenzó en la natación, siendo miembro del equipo británico durante 12 años. El actor rozó con las manos la oportunidad de formar parte del equipo de natación inglés para los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984 y Seúl 1988, pero quedó en tercera posición. Sin desanimarse, dos años después se presentó como saltador de trampolín en los Juegos de la Mancomunidad de 1990.
No obstante, a pesar de su dedicación y esfuerzo, Statham no logró obtener medallas en las diferentes categorías en las que participó. Quedó octavo en la categoría de un metro, undécimo en la de tres metros y décimo en la de diez metros. Algunos creen erróneamente que estos juegos pertenecen a los Juegos Olímpicos de Barcelona, pero en realidad se trató de una competencia distinta.
Jason Statham y su retiro de la natación
La desilusión llegó para Statham cuando se enteró de que el equipo británico solo enviaría a dos saltadores de trampolín a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, quedando él en tercera posición nuevamente. Esta situación fue determinante para su retirada del deporte, aunque ese mismo año había obtenido el duodécimo puesto en el Campeonato Mundial.
A pesar de no cumplir su sueño olímpico, Statham encontró una nueva oportunidad en el mundo del entretenimiento cuando la agencia Sports Promotions lo fichó como modelo deportivo. El inglés rápidamente decidió centrarse en esta nueva carrera profesional, dejando atrás sus años como saltador de trampolín.
En algunas ocasiones, Statham ha minimizado su pasado como atleta, catalogándolo como "un hobby estúpido". Sin embargo, también ha destacado que esa experiencia le enseñó disciplina y la capacidad de concentración.
A pesar de no haber logrado su sueño de competir en los Juegos Olímpicos, Jason Statham ha alcanzado el éxito en el mundo del cine, en parte gracias a su amistad con el director Guy Ritchie.
Aunque haya sido una experiencia frustrante para el actor, su determinación y sacrificio en el deporte se han trasladado a su carrera en Hollywood, convirtiéndose en uno de los actores de acción más reconocidos y exitosos de la industria cinematográfica.